Un día nuestra fábrica
se llenó de sueños
y dejamos de hacer solo caramelos
para hacerlos realidad.
En los 40, Jesús Ramírez creaba El Caserío de Tafalla. Él es el fundador y nuestro primer maestro caramelero.
Ramírez elaboraba entonces los primeros caramelos de piñones, gracias a los que hoy somos conocidos, y a partir de los que hemos creado otros muchos.
Nuestra historia, la de El Caserío de Tafalla, se remonta al viaje de Jesús Ramírez a Francia para conocer de primera mano las técnicas pasteleras más innovadoras del país galo, y recrearlas en Tafalla (Navarra), donde regentaba una pastelería.
Allí, y tras el estallido de la guerra civil española, Jesús Ramírez no podía volver, por lo que durante un largo periodo de tiempo estuvo separado de la que entonces era su prometida, Manuela Barásoain.
Fue a su regreso a Tafalla, tras la guerra, cuando decidió crear su fábrica con un diseño que se asemejara al de aquel caserío que lo acogió, desde el que soñaba, durante años, en Francia.
Una fábrica que permaneció en pleno centro de la localidad hasta 2007, momento en que se decidió trasladar a las instalaciones actuales, en el polígono industrial La Nava, pero desde la que se continúan elaborando estas delicias de la misma forma, natural y artesanal, sus ya tradicionales caramelos.